El
día 1 de Diciembre de 2012 se he celebrado en Valencia una jornada
conmemorativa de los 50 años del inicio del Concilio Vaticano II.
Propuesta a iniciativa del Grup de Rectors del Dissabte, fue preparada
por una comisión integrada por personas de comunidades, Xarxa Cristiana y
de la coordinadora del Fòrum “Cristianisme i món d’avui”, que constaba
como convocante. Y respondieron a la convocatoria unas 500 personas.
El objetivo de la Jornada era mostrar la
fecundidad del Concilio en la multitud de experiencias que tuvieron
inspiración a partir de importantes intuiciones conciliares (y antes,
del buen Papa Juan), como fueron el “aggiornamento” o puesta al día de
la Iglesia, la apertura al mundo (Gaudium et Spes), la atención a los
signos de los tiempos, la Iglesia como Pueblo de Dios (Lumen Gentium),
la Iglesia pobre y de los pobres, etc
El “Pórtico” de la jornada lo presentó Ximo García Roca bajo el
título “Fidels al Vaticà II i al món d’avui i de demà”, mostrando el
Concilio como la mayor esperanza de la Iglesia en el siglo XX, como un
nuevo Pentecostés y una primavera de la Iglesia, a pesar de los pesares…
Señaló como puntos luminosos el atrevimiento a “explorar sin miedo lo
que nuestra época exige”, desde los signos de los tiempos, como oyentes
de la Palabra y en diálogo con la humanidad; el procurar “conectar” con
el mundo, con la ciencia, las libertades modernas, la democracia, las
religiones y todos los seres humanos (Dignitatis Humanae); y la
capacidad de “despertar” las energías eclesiales frente a la
institucionalización: Pueblo de Dios que camina sinodalmente hacia la
ciudad futura…
En una segunda parte no faltó la denuncia de las inercias, olvidos y
estancamiento que ha intentado desactivar el potencial del concilio,
mostrado en testimonios de teólogos y “padres conciliares” que han ido
alertando de la deriva eclesial hacia el ghetto o el sectarismo, como
Karl Rhaner (“invierno eclesial”), H. Boulard (“se están cerrando las
puertas que se habían abierto”), J. Comblin (“se ha consagrado la
estructura antigua, aquella que el Concilio quería cambiar”), o el
Cardenal Martini (“la Iglesia ha retrocedido 200 años; veo en la Iglesia
de hoy mucha ceniza sobre las brasas”).
Y en la tercera parte, coral, surgieron las voces que indican nuevas
rutas y signos emergentes como la voz de los insignificantes, la voz de
la mujer, la voz de la diversidad, la voz de la tierra, las religiones y
las espiritualidades más allá de las religiones, el largo viaje de la
Iglesia hacia la democracia, los clamores que nos vienen del Sur, de
África, América Latina y Asia especialmente, con el lenguaje profético
de la compasión; y todo ello desde las lágrimas de Pedro, contando con
el perdón como equipaje para proyectar el futuro y acreditarse en la
historia secular.
Después, en una mesa redonda moderada por la periodista Isabel Olmos,
se mostraron cuatro preciosos testimonios de lo que ha supuesto el
impulso conciliar para la presencia cristiana en cuatro ámbitos: en la
vida pública, con Joan Ramón Peris, que fue militante de las JARC y de
la Unió de LLauradors y cofundador de la Escuela Cooperativa Agraria de
Catarroja; en el mundo de la cultura, con Rosa Serrano, pedagoga,
escritora y editora; en la transformación de la Iglesia, con Lucía
Ramón, teóloga feminista y profesora; y en los márgenes, con el
testimonio de Pepe García, de la Fraternitat d’Emmaús, párroco en Onda y
promotor de una casa de acogida para personas marginadas y una ONG de
cooperación con el Tercer Mundo. Cuatro muestras de la fecundidad
conciliar y de las potencialidades que aún quedan por desarrollar.
Intuiciones conciliares que inspiraron y animaron experiencias como
las de los movimientos especializados de acción católica (JOC, JEC,
HOAC, JARC, etc), curas obreros, religiosos y religiosas en barrios,
comunidades de base, inculturación en las lenguas y cultura de cada
pueblo, adecuación de la liturgia, diálogo con la cultura y la ciencia,
movimiento ecuménico, movimiento ciudadano, pacifismo, feminismo, la
opción por los pobres concretada en el acompañamiento a personas
afectadas por las drogas o por la prisión… Algunas de estas opciones y
experiencias se reflejaron en los 15 talleres “temáticos” que se
desarrollaron, y se mostraron también en paneles expuestos en el hall
del salón de actos del colegio San José de Calasanz que nos acogió.
Todo el encuentro estuvo ambientado en un clima de acción de gracias y
alegría, desde la oración inicial a la celebración conmemorativa,
incluyendo la declaración final de la jornada, y la adhesión de el
asamblea a una propuesta de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas
(PAH) de dar apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) demandando
estos tres puntos:
-Dación en pago con efectos retroactivos, para que la deuda se salde
totalmente con la entrega de la vivienda a la entidad financiera.
-Paralización de los desahucios, con el objetivo de garantizar el
derecho a la vivienda cuando los motivos de impago sean ajenos a la
propia voluntad y cuando se trate de la residencia habitual.
-Alquiler social, para que el afectado tenga derecho a continuar
residiendo en la vivienda pagando un alquiler social, no superior al 30%
de sus ingresos mensuales por un período mínimo de 5 años.
Asimismo la asamblea insta al Arzobispo de Valencia a que se defina
en este sentido de reconocer el derecho a la vivienda y dé apoyo al
contenido de esta iniciativa legislativa popular.
La jornada culminó con un recital de poemas de V.A. Estellés, a cargo
del poeta Rubén Luzón, y una síntesis humorística de la jornada a cargo
del teólogo y payaso Davi Montesinos, que, como se suele decir, “hizo
las delicias del público asistente”, riendo a mansalva los detalles de
la jornada a los que Davi “sacó punta”.
Una gozosa jornada de conmemoración, pero también de reivindicación
de una herencia con grandes potencialidades, denuncia profética de las
inercias, olvidos y marcha atrás de la Institución en muchos aspectos; y
de llamada a la esperanza y al compromiso.
Valencia, 2 de Diciembre de 2012
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