Las
CCP de Andalucía hemos conocido, con una mezcla de incredulidad, de
vergüenza y de rechazo, las modificaciones introducidas por el
Ministerio de Educación para la enseñanza de Religión en Primaria
y Secundaria.
Los miembros de las CCP
rechazamos rotundamente
la enseñanza de cualquier religión en Primaria o en Secundaria.
Más en concreto, lamentamos muy seriamente la confusión que se crea
entre la iniciación a la experiencia cristiana, que por su misma
naturaleza no es evaluable, y una asignatura concreta que debe ser
evaluada. Esta confusión sólo conduce al rechazo y a una dificultad
añadida para captar el mensaje de fraternidad universal que Jesús
de Nazaret practicó y enseñó.
El
carácter ideológico, catequético y de adoctrinamiento se impone
frente al estudio del “hecho religioso” como
un elemento más de la cultura en la que vivimos. Desde esta
concepción, la asignatura de religión debería quedar fuera del
curriculum de los centros públicos y concertados, y como tal,
relegada al espacio propio de cada comunidad religiosa.
Las diferentes
comunidades religiosas- incluída la católica- deben utilizar sus
propios medios y recursos para la transmisión de la fe. La escuela
pública y concertada debe ser el espacio para compartir, convivir y
entender “Los diferentes hechos culturales, históricos, sociales,
científicos, filosóficos…y también religiosos, desde
una cosmovisión inclusiva”
. Este es el sentido de una
sana “laicidad” que compartimos muchos cristianos y cristianas.
Por
si fuera poco, el nuevo texto de Religión Católica, redactado por
los dirigentes eclesiásticos, contiene afirmaciones trasnochadas y,
en todo caso, discutibles que conducen más bien al dogmatismo
y a un enquistamiento en el diálogo con otras religiones y con la
ciencia.
Las
CCP defendemos claramente la implantación de una asignatura
obligatoria: “Historia
de las Religiones”,
como instrumento de diálogo y de respeto mutuo en una sociedad cada
vez más plural. Serviría también para profundizar en las raíces
más secretas de nuestra cultura, con sus luces y sus sombras. Esta
asignatura tendría la categoría de las demás especialidades,
estaría impartida por personas con acceso en concurso-oposición y
en ningún caso estaría bajo el control de ninguna autoridad
religiosa. Denunciamos
que tal como está actualmente concebida, sea financiada al 100% con
fondos públicos, y que el profesorado sea nombrado y controlado por
los obispos.
Las
CCP denunciamos los
acuerdos del Estado Español con la Santa Sede,
incomprensiblemente mantenidos desde 1979 y hasta potenciados en esta
reciente normativa. Apostamos
por un estado laico,
respetuoso con todas las religiones, pero dejando muy clara la neta
diferencia entre una
ética universal, basada en los Derechos Humanos,
y la moral específica de cada religión concreta.
Exigimos
cuanto antes una ley
de educación consensuada por toda la ciudadanía,
que nos evite estar reformando cada cuatro años, con las nefastas
consecuencias para nuestros niños y jóvenes. Y nos unimos a todos
aquellos que, de modo multitudinario, estos días están expresando
su rechazo a esta ley: las mareas verdes formadas por profesores,
madres y padres, alumnado de múltiple diversidad social, política y
ciudadana.
Comunidades
Cristianas Populares de Andalucía. 28 de Febrero de 2015.
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