Comunidades
Cristianas Populares queremos advertir que se está implantando en
Europa una dictadura sin entrañas.
Históricamente,
la dictadura y el fascismo se hacen primero con el poder político.
Luego suprimen la democracia con el cierre del parlamento o
construyen un parlamento domesticado. La crisis griega ha
dejado bien claro que el neoliberalismo imperante es una dictadura
financiera, que se acerca peligrosamente al fascismo y que está
pasando a la fase de supresión de los parlamentos democráticos. Los
Gobiernos de la Comunidad Europea, actuando bajo el mandato de
la troika, han exigido a Grecia que las leyes promulgadas por el
parlamento griego deban ser aprobadas por los poderes financieros.
¡Se ha suprimido la democracia en Grecia! No manda el pueblo sino
los acreedores.
Hay más.
La dictadura financiera exige que se establezca una garantía, un
fideicomiso, regulado y controlado por los poderes financieros para
asegurar el pago de la deuda. Esa garantía incluye los puertos (El
Pireo), aeropuertos, carreteras, ferrocarriles… Toda esta riqueza
pública y colectiva será regida por los poderes financieros.
En
Europa manda la troika, pero con Grecia se han quitado la careta.
Yanis Varoufakis ha hablado por primera vez desde que dejó su puesto
como ministro de Finanzas griego. Ha dicho dos cosas con las que
estamos de acuerdo: Primera: “la
completa falta de escrúpulos democráticos” en los que dirigen los
destinos de Europa. Y
segunda: “nuestra
Eurozona es lugar muy inhóspito para la gente decente”.
El
proyecto inicial europeo, por el que todos apostamos, ha ido tomando
derroteros bien distintos. Europa, dirigida por la democracia
cristiana y la social democracia tras la segunda guerra mundial,
construyó un modelo de Estado, al que se llamó el Estado de
bienestar. Se basaba en que los políticos buscaban por encima de
todo el bien común. Construyeron un banco público mundial, el
Banco para la Reconstrucción y el desarrollo (el BIRD), que tenía
como objetivo fundamental la reconstrucción y el desarrollo de los
países asolados por la guerra. Construyeron una sociedad en paz que
tenía sus bases en el pacto social, la intervención del Estado en
la Economía, la regulación del mercado, los impuestos progresivos y
los servicios públicos.
Se han
cambiado las tornas de forma trágica. El neoliberalismo se ha aliado
con el fascismo y con la derecha más extrema y se ha ido implantado
en el mundo. Empezaron enviando a Freedman, el premio nobel de
economía, fundador del neoliberalismo, a asesorar a Pinochet,
siguieron con toda America Latina, el patio trasero, y ahora están
con Europa. Privatizaron el BIRD, al que convirtieron en Banco
Mundial, un banco privado, cuyo objetivo fundamental es obtener
beneficios perpetuos de los estados. Obligan a los estados a hacerse
fiduciarios y avalar las deudas de los bancos.
El
proceso privatizador se ha ido haciendo implacable: desregularon el
sistema financiero, exigieron al Estado que se abstuviera de entrar
en la economía, dejaron mano libre al mercado para que regulara todo
incluso los derechos humanos, suprimieron el pacto social,
minimizaron el convenio colectivo, implantaron el salario precario y
el despido barato, privatizaron toda la riqueza pública rentable,
suprimieron o bajaron los impuestos a los ricos, terminaron con los
servicios públicos, acabaron con el estado de bienestar e impusieron
el estado de la precariedad, que afecta y destroza a tantos millones
de personas.
Desde
las Comunidades Cristianas Populares lanzamos la voz de alerta.
Animamos a las personas y al conjunto de la sociedad a reaccionar con
firmeza contra estos atropellos a la dignidad humana.
20 de
julio de 2015
Comunidades
Cristianas Populares
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