En ella, aunque dicen que no quieren tomar opción por ningún partido político, dicen que los católicos no deberían votar aquellas opciones que admitan el aborto, el derecho a una muerte digna, el divorcio, los matrimonios homosexuales, defiendan posturas nacionalistas o pretendan que los niños no reciban formación religiosa en las escuelas.
Es decir, que parece, como han indicado los medios de comunicación, que sólo señalan una opción concreta a la que poder votar: el PP.
Esta postura, de identificación de los obispos con la opción política conservadora, nos parece de una gran torpeza pastoral de unos obispos que deben serlo de todos, deben admitir el sano y legítimo pluralismo de las opciones políticas, sin pretender identificarse con ninguna de ellas.
Estamos viendo cómo centenares de miles de españoles se movilizan en protesta por los recortes sociales en educación, sanidad o los servicios sociales. Igualmente por las consecuencias terribles que está teniendo el paro, provocado por una crisis económica de proporciones gigantescas, provocada por las entidades financieras, que están imponiendo sus órdenes a los gobiernos, haciendo falsear la democracia. Estas mismas entidades financieras están echando a la calle a centenares de miles de familias por no poder pagar las hipotecas.
¿Qué opciones políticas apoyan a estas entidades? Los obispos no dicen nada de esto. Tan sólo señalan, con no poca vaguedad, la conveniencia de que haya políticas responsables para atajar la crisis. Pero sin decir que no se puede votar aquellas opciones políticas que apoyen a estos grupos financieros o políticos que promueven toda esta situación de privatización de lo público y recortes en servicios esenciales para la comunidad como es la educación, la sanidad o los servicios sociales.
Nos parece que ha sido un gran error por parte de nuestros obispos volver, una vez más, a dar esa imagen de aparecer tomando partido por los grupos de derecha. Porque la sociedad española no puede olvidar aún la gran conexión que hubo entre jerarquía católica y franquismo en tiempos relativamente recientes.
Nos parece mucho mejor la actitud que mantuvo la presidencia de la conferencia episcopal en la época de transición, sin querer intervenir apoyando ninguna fuerza política, sino dialogando con todos y aceptando el legítimo pluralismo político que se da en nuestra sociedad española.
24 de Octubre de 2011
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