29 de julio de 2012

Revista SETEM, nº 21

Revista SETEM 21: Tejiendo otra economía



Ya tenemos aquí un nuevo número de la revista SETEM, dedicada a la Economía Social y Solidaria. Queremos mostrar que hay otras muchas maneras de gestionar la sociedad y el entorno que no se basan en el modelo capitalista. Se trata de una economía que garantiza, además de rentabilidad económica, impactos sociales y medioambientales positivos.


A pesar de los tiempos negros que vivimos, numerosas experiencias en todo el mundo demuestran que es posible hacer una economía basada en las necesidades de las personas y en valores como la solidaridad, la justicia, la equidad, la cooperación, la participación y el cuidado del medio ambiente.
Desde SETEM ya hace años que trabajamos y apostamos por las alternativas del Comercio Justo y la Banca Ética. Ahora damos un paso más para enmarcar estas propuestas en un marco más grande que ocupa todos los sectores productivos y toda la cadena de trabajo en el movimiento de la Economía Social y Solidaria.

No se trata sólo de un sueño, sino de una realidad incipiente a la cual esperamos que te sumes y que aportes tu granito de arena. ¡Feliz lectura!


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Recortes sociales y creyentes en Jesús de Nazaret.

MOCEOP, julio 2012


Semana tras semana el gobierno de la nación nos castiga con nuevos recortes sociales y subidas de impuestos, que afectan especialmente a las clases sociales más desfavorecidas: personas en paro, jóvenes sin empleo, pensionistas, funcionarios, personas discapacitadas, etc.

Contrastan esos recortes con la falta de persecución del fraude fiscal (estimado en 70.000 millones), incluso amnistía fiscal a defraudadores, beneficios fiscales a grandes fortunas, banqueros, empresarios y especuladores.

Las entidades financieras mundiales (BCE, FMI, BM, etc.) se han convertido en gobernantes del mundo y se ha instaurado la dictadura de los mercados, sometiendo al poder político, con la consiguiente pérdida de soberanía estatal y un gran déficit democrático. El gobierno de la nación no parece estar ya al servicio del bien común de su pueblo, sino sometido a los intereses de quienes les mandan (por mucho que el presidente trate de excusarse diciendo que no tiene libertad para elegir o que tiene que elegir entre lo malo que no le gusta y lo peor).

Ante este panorama, la jerarquía católica española muestra un silencio cómplice ante el sufrimiento de las víctimas de esta crisis y una pasividad en iniciativas o gestos que mostraran sensibilidad y solidaridad con el sufrimiento de tanta gente. Con su silencio, parece tomar partido, arrimarse al poder y aferrase a sus privilegios (aportaciones estatales a sus presupuestos, exención del IVA y otros impuestos.

Afortunadamente no toda la Iglesia católica tiene esa actitud. Hay numerosos cristianos y cristianas que comparten recortes e indignación con la población que sufre la injusticia de unas reformas antisociales, y apoyan las movilizaciones populares de protesta y reivindicación de otras políticas con mayor respeto por las personas. Movimientos de Acción Católica, Cáritas, Redes Cristianas y otros grupos cristianos de base alzan su voz de denuncia contra estas injusticias, se comprometen en movilizaciones populares y atienden en la medida de sus posibilidades a las víctimas. su vivencia y aportación no es sólo de denuncia, sino también de esperanza y solidaridad, apostando por alternativas que hagan posible otra sociedad, otra política, otra economía.

Creemos que el criterio evangélico de No se puede servir a Dios y al dinero ha de servir para distinguir las opciones y compromisos de quienes nos decimos seguidores de Jesús de Nazaret. Si el actual sistema neoliberal absolutiza al dinero por encima de las personas y el gobierno sigue esas mismas directrices, el Evangelio nos orienta a ser antisistema capitalista y apostar por la humanización de la economía, poniendo a los últimos de este mundo (las víctimas), como los primeros en nuestras preferencias, convencidos de que ésas son las prioridades del proyecto de Dios.

MOCEOP, como movimiento eclesial, denuncia la actitud de la jerarquía eclesiástica y la invita a revisar su posicionamiento, mostrando con gestos concretos su caridad cristiana con las víctimas de esta crisis. Y anima a los cristianos y cristianas de base a que se unan a las movilizaciones sociales en protesta por los recortes sociales que afectan a los colectivos más vulnerables, y apuesten decididamente por la utopía evangélica de una sociedad en la que los últimos serán los primeros.

26 de julio de 2012

Un ejemplo impresionante

 América Latina  jul 25, 2012

Como prometió antes de su elección, el presidente de Uruguay, José Mújica, está viviendo en su pequeña casa en Rincón del Cerro, situada en una zona de clase media en los alrededores de Montevideo. La morada no puede ser más modesta lo que le convierte en el presidente más pobre del mundo. A sus 77 años no ha cambiado de ropas, de vida o de amigos con la llegada al poder y confiesa que espera concluir su mandato para descansar en su casa. Algo semejante hizo su antecesor Tabaré Vazquez.
Su salario, por estar al frente del país, es de 12.500 dólares mensuales, pero dona el 90% con lo que vive con 1250 euros (para nosotros es un mileurista). Confiesa que esa cantidad le basta y le tiene que bastar, ya que muchos uruguayos viven con menos. Su esposa, la senadora Lucía Topolansky también dona la mayor parte de su salario. Además de su casa tiene como único patrimonio un viejo Volkswagen azul pálido, valorado en poco más de mil dólares. Utiliza como transporte oficial un Chevrolet Corsa.
Con este planteamiento no nos puede sorprender que haya ofrecido su residencia oficial de Suarez y Reyes, donde sólo se celebran reuniones de gobierno, para abrigar a los sin techo el próximo invierno, si faltan plazas en los albergues dispuestos. A la vez ha pedido que se haga un listado de edificios públicos disponibles para estas personas y cuando conozca el resultado poder actuar. Todas estas medidas se han tomado desde que el invierno pasado murieron 5 personas de frío en la calle. Desde el 24 de mayo una mujer sin techo y su hijo fueron instalados por sugerencia suya en el Ministerio de Asuntos Sociales hasta que encuentren otro alojamiento.
En julio del año pasado, Mújica puso en venta la residencia veraniega del presidente, situada en Punta del Este, principal balneario turístico del país. La operación se saldó con casi tres millones de dólares, una cifra que se destinará a diversos usos, entre ellos la creación de una escuela agraria en la región, donde jóvenes de rentas bajas puedan tener acceso a cursos técnicos.
El discurso que pronunció en la reunión de Río + 20, a pesar de ser el presidente de un pequeño país sudamericano, está dando que hablar. Aconsejó un cambio en la forma de vida porque venimos al mundo para ser felices pero en la sociedad actual, no hacemos más que trabajar para consumir más: motos, coches, casas… para lo que pedimos préstamos que tenemos que devolver y dejamos de lado la felicidad. ¿Es ese el destino de la vida humana? Se pregunta.
Sus palabras terminaron alentando a luchar por la conservación del medio ambiente porque según él, “es el primer elemento que contribuye a la felicidad humana”. Feliz o infelizmente la felicidad nos llega asociada a la sociedad del consumo. Nadie mejor que Mújica, que dona el 90% de su salario para decirnos: que tenemos que revertir nuestra forma de vida.
Me da vergüenza leer el comportamiento de este hombre, que parece tan poco contaminado por el dinero y el poder. No sé si está influenciado por el mensaje de Cristo pero a los que nos declaramos discípulos del Nazareno, nos tiene que dar que pensar.

12 de julio de 2012

La HOAC y la JOC en apoyo a los mineros

Madrid, 10 de Julio de 2012
 


La Juventud Obrera Cristiana (JOC) y la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), como movimientos de Acción Católica Especializada, iglesia presente en el mundo obrero, queremos expresar públicamente nuestra solidaridad con la lucha de los mineros.

Hoy esta lucha cobra protagonismo por su presencia en Madrid, tras varias jornadas de marcha desde sus lugares de trabajo, así como los distintos encierros mantenidos en las comarcas mineras afectadas. Hacemos nuestras sus justas reivindicaciones en defensa de sus de puestos de trabajo, que les permitan vivir tanto a ellos como a sus familias con dignidad. La decisión del Gobierno de recortar en un 63% las ayudas al carbón para este año ha soliviantado una vez más a las cuencas mineras, que ven su desaparición más cerca que nunca, de espaldas al trabajo y a las necesidades de la ciudadanía.

La situación dramática que se vive hoy día en nuestro país, con las alarmantes cifras de paro y la destrucción de empleo, hace que nos unamos a las palabras recientemente pronunciadas por el arzobispo de Oviedo, Monseñor Jesús Sanz: “el mundo del trabajo atraviesa un difícil momento, y tiene su perfil propio en las cuencas mineras asturianas. Detrás de un conflicto laboral serio, hay siempre un drama que genera dolor en personas concretas, en sus familias.”

Llamamos con urgencia a la búsqueda de soluciones por parte del Gobierno y de los trabajadores, a través del diálogo para este conflicto que abarca siete comarcas mineras: Asturias, Galicia, Castilla y León, Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha y Andalucía. El gobierno, una vez más, no puede ni debe hacer oídos sordos ante tanto clamor.

La lucha de los mineros nos manifiesta la solidaridad y el ejercicio comunitario que supone la huelga o la marcha. Los gestos de acogida que se han repetido a lo largo de su caminar hacen visible esa solidaridad. Son capaces de renunciar al interés particular en la búsqueda del bien común, algo a lo que la Doctrina Social de la Iglesia nos invita de manera reiterada.

Los cristianos, los que queremos seguir a Jesús de Nazaret, ¿cómo serviremos a la sociedad si no hacemos realmente nuestra la causa de la afirmación de la dignidad de las personas en el trabajo, si no defendemos con todas nuestras fuerzas la centralidad para la vida social de los derechos laborales y sociales de las personas? “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo…” (Concilio Vaticano II).


9 de julio de 2012

Declaración final de la Asamblea de Cáritas

LXIX ASAMBLEA GENERAL DE CÁRITAS ESPAÑOLA

Los representantes de las 68 Cáritas Diocesanas de todo el país, reunidos en la 69ª Asamblea General de la Confederación Cáritas Española celebrada en El Escorial del 22 al 24 de junio, queremos compartir con toda la comunidad cristiana y el conjunto de la sociedad nuestra reflexión sobre los signos de los tiempos y nuestra escucha del clamor que nos lanzan, en esta encrucijada de nuestra historia, los pobres, de manera especial los más vulnerables: personas inmigrantes, familias con hijos menores, jóvenes sin empleo y hogares sin ingresos.
Hemos analizado conjuntamente las inquietudes de nuestras Cáritas, de nuestras comunidades y proyectos, y en particular de los 62.000 voluntarios y voluntarias que, en estos tiempos complejos, se encarnan a diario en la realidad de los últimos de la sociedad. “Nos hemos acercado a las muchedumbres y escuchado sus llamamientos, gritos de preocupación y esperanza a la vez. En estas circunstancias, hemos podido ver con nuevo relieve los graves problemas de nuestro tiempo (…) comunes a una humanidad que se pregunta sobre su futuro, sobre el significado y orientación de los cambios en curso” (Octogesima Adveniens 2).
Es esta voz de las personas en situación más precaria, y que en número creciente –más de un millón en 2011— llaman a las puertas de nuestra red confederal de atención primaria, la que nos urge a actuar de manera responsable y global, personal y colectiva. Sus gritos nos hablan del riesgo de quiebra de la cohesión social que amenaza hoy a más de una cuarta parte de la población española, mientras asistimos al aumento de los índices de pobreza, a la cronificación de muchas situaciones de precariedad, al retroceso de los sistemas de protección social y al desgaste de los mecanismos de protección familiar.
La actual coyuntura está consolidando estructuras de injusticia y de sufrimiento, donde los ciudadanos con mayor desventaja social son los grandes olvidados del sistema y soportan las consecuencias de una crisis que ha agudizado otra crisis (de modelo de desarrollo) anterior, que existía ya en tiempos de bonanza económica, y que está disparando la desigualdad y expulsando a muchas personas a los márgenes de la sociedad.
Por ello, desde Cáritas queremos optar por acciones auténticamente significativas, que activen la solidaridad entre personas, comunidades y pueblos, y que sirvan para denunciar las situaciones de opresión y de sufrimiento a las que nos acercamos cada día.
Nos encontramos ante un modelo social tiranizado por lo económico, ante el que es necesario promover sin demoras un cambio de paradigma y un nuevo marco de convivencia que redefina las prioridades básicas de la sociedad ante el poder de los mercados, tal y como señala Benedicto XVI en Cáritas in Veritate. Por eso, renovamos nuestra apuesta por un modelo de desarrollo globalizado, basado en la promoción, el acompañamiento y la denuncia profética, cuyo centro sea la persona y que garantice el ejercicio de los DDHH, la participación, la creatividad social, la justa distribución de la riqueza y el desarrollo armonioso con el medio ambiente.
En la actualidad, el debate público está sujeto a una dialéctica perversa entre la primacía de lo social o de lo económico, donde el orden de los factores sí altera el producto. Bajo el principio de austeridad, en todos los niveles territoriales de la Administración se está apostando por reducir en primer lugar los gastos en políticas sociales, que evidencia la supeditación de la agenda social al dictado económico. Esta tendencia está teniendo consecuencias graves sobre las políticas sociales y los servicios sociales, la capacidad de atención y respuesta a las personas más vulnerables, la financiación a la acción de las organizaciones sociales y los espacios de participación de la sociedad civil.
Tal y como nos muestran la Comisión Europea y las Naciones Unidas, se está produciendo un claro retroceso en materia de derechos sociales y una merma de recursos públicos que suponen la quiebra de muchos procesos de acompañamiento a personas excluidas, así como la desaparición de organizaciones sociales, de sus proyectos y centros. Esto genera un grave vacío en el tejido asociativo, tal vez irreparable, precisamente cuando son más necesarios los procesos de acogida y de integración.
Reiteramos, en este sentido, que es el Estado quien, en sus distintos ámbitos territoriales, tiene el mandato de garantizar el acceso de todos a los derechos constitucionales básicos: alimentación, empleo, vivienda, sanidad y educación. Para ello, volvemos a reclamar con urgencia la puesta en marcha de un sistema de garantía de ingresos mínimos.
Asistimos, también, a una escandalosa política de cooperación que, en lugar de garantizar el derecho al desarrollo de los pueblos, se aleja cada vez más de los compromisos del Pacto de Estado contra la Pobreza y del Pacto Mundial por los Objetivos de Desarrollo del Milenio, lo que contribuye a ensanchar la brecha entre los países y los pueblos. En un mundo interconectado, las políticas públicas no pueden dar la espalda al desarrollo con otros, desde una perspectiva internacional inspirada por la solidaridad fraterna en la que “todos somos responsables de todos”, como nos recordaba Juan Pablo II en Sollicitudo Rei Socialis.
Por estas razones, cuando somos testigos de múltiples rupturas --personales, familiares, sociales y globales--, apostamos por una presencia de Cáritas en la vida pública que sea, necesariamente, contracultural, imbuida por una lógica de valores diferentes a los imperantes y que nos impulsen, como servicio organizado de la caridad en el seno de la Iglesia, a ser y hacer de otro modo. Debemos estar con y para quienes más sufren, y denunciar también las estructuras de pecado que generan este sufrimiento. De manera especial, queremos manifestar nuestra solidaridad y cercanía con las familias y personas más golpeadas por las actuales condiciones de precariedad.
Renovamos nuestra opción preferencial por los pobres, porque quien opta por Jesús opta por ellos y por el Espíritu que actuó en Él, ungiéndolo “para anunciar a los pobres la Buena Nueva, para proclamar la liberación a los cautivos, y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor” (Lc 4,18).
Concluimos nuestra Asamblea con una llamada a la acción y a la esperanza, y con una invitación, en estos tiempos de zozobra, a compartir incluso lo necesario para, como propone nuestra campaña institucional, podamos “vivir sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir”. Y agradecemos la corriente de gratuidad, silenciosa y admirable, de tantas personas voluntarias y donantes de Cáritas que, dando incluso mucho de lo que tienen para vivir, han asumido como estilo de vida el compromiso del ser antes que el tener y son capaces de cambiar cada día su pequeña parcela de mundo. 

 El Escorial, 24 de junio de 2012 

6 de julio de 2012

XXXII Congreso de Teología: “Cristianismo, mercado y movimientos sociales”


Entre el 6 y el 9 de septiembre de 2012 se celebrará en el Salón de actos de CCOO de Madrid el XXXII Congreso de Teología que cada año organiza la Asociación de teólogos y teólogas Juan XXIII. El lema de este año será “Cristianismo, mercado y movimientos sociales”. 

Aquí podéis descargar el tríptico del programa y la carta de motivación.

Carta de los vecinos de Alcublas

PROTESTA CIUDADANA 
CONTRA LA ACTUACIÓN ANTE EL INCENDIO 
QUE ASOLA LA SERRANIA VALENCIANA

Nos dirigimos a ustedes para mostrar nuestra indignación ante la actuación insuficiente por el incendio que desde el pasado viernes azota la serranía valencia.
Desde el inicio del incendio los medio utilizados han sido nulos. Desde el municipio de Alcublas queremos denunciar el total abandono por parte de la administración pública valenciana que prohibió la colaboración ciudadana, desoyendo los consejos de la gente del pueblo que es la gran conocedora del territorio y que como resultado tenemos todo el término municipal arrasado por el fuego.
El fuego atravesó ramblas, carreteras y todo tipo de vías naturales de extinción ya que debido a la falta de medios, el fuego se fue abriendo camino libremente.
Los bomberos tenían orden de controlar solo granjas y bidones de gas, aunque si no es por los propietarios y vecinos, que saltándose las prohibiciones y controles de la guardia Civil, ayudaron a los propietarios, también hubieran sido arrasadas por el fuego.
El sábado al mediodía los medios aéreos dejaron de soltar agua en el término dejando al fuego avanzar sin ningún tipo de impedimento.
Desde la población de Alcublas y todos los vecinos de la misma queremos denunciar y condenar la falta de apoyo recibido y la total desolación que afecta a todos los ciudadanos de la Serranía.
Y como siempre la cadena pública valenciana, Canal 9, tergiversando la información y ofreciendo noticias confusas. Centrándose en buscar culpables y no en asumir la realidad de la tragedia desde el principio. Y recordando insistentemente que sobre ciudad de valencia las cenizas cubrían sus terrazas y que los ciudadanos valencianos tenían mucho trabajo para limpiarlo.
Y recordemos que los incendios se apagan en invierno. En la Comunidad Valenciana tenemos grandes eventos, visitas de papa y grandes competiciones deportivas que no ve nadie. Pero en Valencia también hay zonas rurales donde no se ha invertido en años ni un miserable euro para la limpieza y desbroce del monte. Ahora ya no queda nada, solo desolación, humo, cenizas, pobreza y muchos municipios con todo su patrimonio natural perdido.
Rogamos tengan en cuenta nuestra denuncia y sean nuestra voz. Necesitamos que se sepa en que lugar vivimos y como se gestionan aquí los recursos.

VECINOS DE ALCUBLAS

4 de julio de 2012

“Estuve desahuciado y no me acogisteis”



El pasado viernes 29 de junio integrantes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Madrid, con algunos amigos que quisieron acompañarles, se encerraron en la catedral de la Almudena de Madrid, como una acción más de las que están realizando para visibilizar ante la opinión pública la situación sangrante de tantas familias que están siendo desahuciadas de sus hogares familiares. Participamos en esta acción tres curas del Foro Curas de Madrid.

En su manifiesto decían: “Cuando todos los poderes de este país están enfocados en rescatar a bancos y cajas que disfrutaron de la burbuja inmobiliaria, que condujeron a la gran estafa hipotecaria, arruinando a familias trabajadoras que necesitaban un bien de primera necesidad, como la vivienda… Ahora que los desahucios incrementan aceleradamente la cantidad de familias marginadas y arrojadas a la exclusión social, incumpliendo lo estipulado en los tratados internacionales sobre derechos humanos y garantizando el poder de los banqueros sobre los derechos de las personas, levantamos nuestra voz para exigir:
  1. Reconocimiento legal de la Dación en pago para quedar libre de toda deuda con la entrega del piso.
  2. Paralización de los desahucios.
  3. Alquiler social.
  4. Investigación y sanción a los culpables de la estafa hipotecaria”.
Los responsables de la catedral, sin embargo, consideraron que no era tolerable que una tal acción se hiciera desde un lugar sagrado, que se estaba instrumentalizando para fines que no son propios de un templo. “El templo, decían, es un lugar de oración. Por lo que desde hace algunos años ya hemos decidido no permitir manifestaciones de este tipo en su interior. Son normas que hemos de cumplir con todos los grupos. No podemos permitírselo a unos sí y a otros no. Por lo que si no abandonan el templo espontáneamente, nos veremos obligados a llamar a la policía para que lo haga por la fuerza”.
Los encerrados intentaron explicarles el motivo de la acción, precisamente en el templo de la Almudena. Pero ellos insistieron en que la Iglesia ya ayuda todo lo que puede a través de los servicios de Caritas en todas las parroquias y que no podían permitir una actuación de este tipo. Por lo que finalmente llamaron a la policía que desalojó el lugar.

Ante tal situación, desde el Foro Curas de Madrid manifestamos:

La acción de la Iglesia, con ser importante, no ha de limitarse a la ayuda de Caritas. Hay una tarea de denuncia de situaciones y estructuras de pecado con su correspondiente propuesta de actuación moral de contenido socio-económico que también es propia de la acción eclesial. Y que,  en nuestra opinión, la Iglesia de Madrid hasta el momento no ha tenido suficientemente en cuenta, al menos en lo que se refiere a esta problemática de los desahucios.

El templo cristiano es lugar de oración, por supuesto, pero no sólo. Una de las plegarias del ritual de consagración de templos pide “que este templo sea lugar de misericordia para los pobres y de libertad para los oprimidos”. Y en la mejor tradición eclesial los templos han sido refugio para los que se sentían socialmente excluidos y perseguidos.

Orar es la primera práctica del creyente, evidentemente. Pero la oración cristiana es una oración desde la vida y para la vida, asumiendo todo el espesor de la realidad personal y colectiva, estructural. Alimentada por “los gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los hombres de cada tiempo” (G.S.1) No ha sido nunca una evasión de la dura y compleja realidad.

Las normas de funcionamiento son necesarias en cualquier institución. Pero ante determinadas situaciones humanas y familiares, hay que ser capaz de reinterpretar y superar la letra de las leyes. Es un mensaje central del Nuevo Testamento.

Por lo que consideramos un lamentable error la actuación de los responsables de la catedral de Madrid, echando mano de la fuerza policial para expulsar a un grupo de familias, que ya son expulsados y desahuciados de demasiados lugares, no sólo de sus propios hogares.

Si unas estructuras económicas y políticas despiadadas están produciendo estos efectos perversos, no podemos también desde la Iglesia convertirnos en un factor más de exclusión. El día de la verdad se nos podrá reprochar: “Estuve desahuciado y no me acogisteis”.

Arde en verano lo que no se "apagó" en el invierno

artículo de Público
por ANTONIO ARNAU

Desperté y el fuego seguía allí. Lo confirmaba el olor a chamusquina y las cenizas sobre el balcón. Con rabia pero sin sorpresa, asisto a la mayor catástrofe ecológica desde la del valle de Ayora en 1979, al inicio de aquella transición inacabada cuyas secuelas padecemos. Valencia pierde su pulmón verde.
Con Franco, en la ingenuidad de la pubertad política, casi nos consolaba la ironía de Perich y su famoso "Cuando un monte se quema, algo suyo se quema... señor Conde". Hoy, ese monte que ocupa el 51% de la extensión del País Valencià, además de ser nuestro patrimonio natural y nuestro paisaje, aporta Servicios Ambientales esenciales, que se cuantifican en euros. Hoy, que todo se compra y se vende, incluso el aire y el derecho a contaminar, amanecemos más pobres, y no sólo por el comienzo del "repago" y la subida de la luz. Durante este "finde" de aurora roja, nuestra renta como pueblo valenciano ha disminuido en 500 millones de euros anuales. En esa cifra se valoran los servicios ambientales que ya no puede prestar la superficie quemada. (...)

(Para seguir leyendo este artículo, pincha aquí)

Las CCP contra la criminalización de los ciudadanos

El miedo es mal consejero, dice el refranero.


Ante las numerosas multas por resistencia a la autoridad que está sufriendo gente del 15-M y quienes se manifiestan hoy pacíficamente en este país, sea contra la banca, los recortes o la corrupción existente, y la nueva criminalización que da la resistencia pacífica tiene previsto acometer este gobierno, las comunidades cristianas populares del estado español (CCP) queremos hacer publicas las siguientes reflexiones.
Hoy día los gobernantes parece que tienen miedo. La situación es económica es dramática. La Banca está en quiebra y los Estados también. Todo lo público que es rentable, se privatiza para que ganen los capitalistas y lo deficitario, es asumido por el Estado. Es lógico que tengan miedo, porque se han alineado con los capitalistas y poderosos, mientras recortan derechos ciudadanos y Servicios Sociales, aumenta el paro y la precariedad laboral, es decir, gobiernan a favor de una minoría y perjudican a la mayoría de la población. Hecha esta opción, tienen que protegerse de las protestas de los perjudicados y hambrientos, del grave riesgo de revueltas populares.
Recibida la alarma del miedo, debieran reaccionar con sensatez y buscar soluciones para superar la dura situación. Pero no, se dejan dominar por el pánico y sólo se ocupan en adoptar medidas represivas que a su vez provoquen miedo en los ciudadanos que se ven abocados a realizar las protestas. Es decir, además de aumentar los recortes y la suspensión de derechos, amplían aún más las medidas represivas.
Ahí está la indignante inclusión en el Código Penal de dos nuevas categorías de delitos: En primer lugar, la “criminalización” de cualquier convocatoria, aunque sea a título personal y por canales privados (móviles, internet… que ya nos dicen claramente que están intervenidos, por si alguien tenía alguna duda); y la justificación que dan es “para evitar desórdenes públicos”, pero los desórdenes están garantizados siempre que ellos quieran, basta que intervenga la policía a porrazos y pelotazos. Los desórdenes garantizan la criminalización de la convocatoria.
El segundo delito que incluirán lo llaman “resistencia pasiva” a la autoridad. Hasta ahora estaba considerado el desacato a la autoridad con hechos o con palabras. El salto cualitativo es gigantesco, porque ahora el desacato se da aunque no existan hechos ni palabras, es decir, cuando el policía quiera detenerte sólo tiene que ordenarte que te levantes del banco que ocupas y te vayas. Si no lo haces de manera sumisa e inmediata puedes ser detenido por “resistencia pasiva” y el juez te puede condenar hasta cuatro años de cárcel.
El abuso de autoridad y el ámbito de la represión no tienen límites. Pueden criminalizar, tanto la expresión del pensamiento como tus relaciones personales. Es muy grande el temor que tienen. Y pretenden crear un miedo aún mayor en los ciudadanos, que sea capaz de paralizar sus reivindicaciones y sus movilizaciones. Pero el miedo trae siempre consecuencias desastrosas: o bien acobarda y paraliza, hasta desembocar en la sumisión; o bien provoca indignación, agresividad y violencia contra aquellos que te atemorizan. La represión y la violencia engendran más de lo mismo, es como una espiral.
Como creyentes en Jesús de Nazaret condenamos todas estas medidas criminalizadoras del gobierno y animamos a desterrar el miedo para poder actuar, porque eso es lo que el poder busca con sus leyes represivas: sembrar un terror que paralice. 


Comunidades Cristianas Populares 24 de junio de 2012.